ACNÉ. LUCHAR CONTRA ALGO MÁS QUE GRANOS

ACNÉ. LUCHAR CONTRA ALGO MÁS QUE GRANOS

ACNÉ ALGO MÁS QUE GRANOS

A veces nos enfocamos demasiado en el grano en sí, olvidando que la piel que lo rodea también sufre las consecuencias tanto del acné como de sus tratamientos. Es hora de prestar atención a esta resiliente piel que nos protege  acompañándola adecuadamente en el proceso de eliminación de granos.

En resumen, el acné es mucho más que una batalla contra nuestros granos. Es un universo lleno de posibilidades y desafíos que debemos enfrentar con valentía y conocimiento.

Por ello será muy útil que identifiquemos un poquito con cuál podría estar relacionado el nuestro, esto nos ayudará a cuidar nuestra piel de manera completa y acompañarla en el proceso que a veces supone la eliminación de granos.

Comencemos conociendo los dos tipos más comunes de acné: el acné leve y el acné persistente o severo. Uno es como ese amigo simpático que se va rápido, y el otro es como ese enemigo temible que parece no querer marcharse nunca. 

Empecemos por el más común o habitual que por suerte también es el más sencillo de tratar.

 

ACNÉ SENCILLO

LEVE O NO PERSISTENTE

Cuando nos contáis que con el uso de alguno de nuestros productos específicos Anti Acné, una Higiene Regular y dejando de apretar vuestros granitos en muy pocos días estos han desaparecido acabando del todo con el problema de acné que sufríais, intuimos inmediatamente que el origen y el carácter de estos era más bien externo y estaba poco influenciado por problemáticas y desequilibrios internos. 

Estos casos más sencillos, que por suerte son la mayoría, suelen padecer un acné Leve o Moderado, sin persistencia ni gravedad, mayormente suelen estar relacionados con alguna bacteria poco resistente, pequeñas curvas hormonales que en cierto momento activan mecanismos en nuestra piel, sencillos de desactivar después y en muchos casos están provocados por uso de productos cosméticos en exceso o inadecuados para nuestra piel.

 

ENTONCES...

QUÉ ME OCURRE A MÍ...?

Ahora veamos la gran pregunta... Por qué hay casos que no remiten sólo con el uso externo de fórmulas anti acnéicas?, o por qué algo que una vez me funcionó hoy ya no?

 

AL ACNÉ PERSISTENTE

UNA MIRADA INTEGRAL

En estos casos debemos tener en cuenta que "este acné es una experiencia única y que como tal requiere de un enfoque personalizado." Incluso el acné de una misma persona podría variar su etiología de un periodo a otro y no responder igual.

Es fundamental entender que no existe una solución fija y que el control de los factores predisponentes de cada persona y la adopción de un enfoque integral es clave para un tratamiento efectivo y duradero.

Además de que los productos tópicos sean eficaces y específicos para nuestra piel, es esencial considerar otros aspectos, como son el manejo del Estrés, el Agotamiento Físico y Mental, el Estado Emocional, Sistema Nervioso en general, Cuestión Hormonal, la Alimentación así como la salud, sobre todo si estamos medicados, y también la nutrición, que aunque pensamos que es lo mismo que alimentación distan un poco una de otra.

 

RESUMIENDO

EL ACNÉ RESISTENTE 

"El acné más resistente necesita de una mirada integral sobre su origen y tratamiento"

En esos casos es fundamental la ayuda médica para evitar el empeoramiento o gravedad cutánea, pero una vez damos este paso fundamental y el problema no remite del todo, qué podemos hacer?

El acné es una condición de la piel que afecta a muchas personas, y aunque a menudo se asocia con una preocupación puramente estética, su origen y tratamiento en algunos casos debe ir más allá de la superficie cutánea.

 

TIPOS DE TRATAMIENTOS

Los tratamientos dermatológicos Anti Acné más utilizados a día de hoy suelen ser recomendados o provenir de manos de tres enfoques profesionales similares, pero a veces muy diferentes y que nuestra legislación sanitaria contempla,  y estos son  Médico,  Farmacéutico y Cosmetológico.

Este último, observo como si en los últimos años quisiera dividirse en dos ramas: Dermocoméstica Pura, bajo el asesoramiento, enfoque y filosofía personal de la marca y Dermoestética, mediante tratamientos estéticos que suelen principalmente combatir los efectos secundarios de este, pero en rara ocasión están enfocados  a combatir sus brotes*.

*Por si hay alguién que nos lee y que pueda estar pensando que tras algún tratamiento estético acabo con sus brotes de acné, debemos decir que existen algunos casos puntuales donde se dan casuistícas concretas, por ejemplo:

Alguna vez hemos visto como tras la aplicación de algún tipo de láser para erradicar una cicatriz, la bacteria causante del acné que vivía agarrada a la pared de dicho comedón quedó también erradicada.

En este caso, sí podríamos decir que el tratamiento acabó con ese acné, pero realmente por qué para acabar con el acné el único secreto es conocer y controlar o erradicar aquello que lo está produciendo. 

 

ALGUNAS TIPOLOGÍAS MÁS

Y SUS CONSECUENCIAS

Es importante comprender que existen diferentes tipos de acné, y que unos responden mejor que otros a los tratamientos.

A día de hoy son 9 los recocidos, aunque creo que dos de ellos deberían encuadrarse casi en el mismo marco. Aunque lo mejor realmente sería que desaparecieran los marcos y se valorara el acné de la manera más personal posible.

Entre ellos se encuentran los desencadenados por el factor edad, como son El Acné del Lactante, El Acné Infantil (Hasta los 12 años), El Acné Adolescente (Hasta los 25 años), El Acné Adulto, mayormente presente en la mujer, El Acné causado por Cosméticos, El Acné profesional y Mecánico, Acné Solar, o Acné provocado por medicamentos.

Según la etiología de algunos de ellos también aparecerán calificados como acné vulgar, acné quístico, acné hormonal, entre otros. Cada uno de ellos tiene características distintivas, y puede responder a diferentes factores desencadenantes.

Recuerda que al identificar el tipo de acné que se presenta, es posible dirigir el enfoque de tratamiento de manera más precisa y efectiva.